Son las 6.25 de la mañana del 6 de Junio de 1944.Mi
nombre es McQueen, Eneko McQueen y soy Teniente primero del Segundo de Rangers
del ejército de los EEUU. En pocos minutos desembarcaremos en el sector Easyred
de la playa de Omaha.La lancha Higgins daba continuos bandazos, el agua salada salpicaba a todos y
varios, de los 30 hombres, habían vomitado. Muchos rezaban, algunos mordían
furiosamente el chicle y otros miraban la rampa por donde accederíamos a la playa.
El ruido del oleaje ensordecía pero no impidió que llegaran a nuestros oidos el
inicio de un intenso fuego de artillería. En pocos instantes disparos y
explosiones. La lancha que iba a nuestro lado saltó por los aires, se veían los
disparos por encima de nuestras cabezas, gritos, oleaje, vómitos y de repente
nuestra lancha debió topar con una mina, porque la puerta explotó y el cabo
Dogson salió por los aires. No volví a verlo. El Capitán Grant gritaba mientras
contenía las sangre que manaba de su cuello:
- Saltad!!! Saltad!!!
Mas que saltar, nos tiramos cayendo al agua,
rodeados de balazos y granadas de mortero. Nada más salir, una MG42 barrió
nuestra posición. El Capitán Merrill fue el primero en llegar la arena. Yo iba
el séptimo. Entre el capitán y yo, todos fueron alcanzados. Intentaba correr
pero el peso me lo impedía y solo lograba avanzar a duras penas. Tropecé y caí
al agua y pensé que me ahogaba. Tenía tanto peso que no podía levantarme. Mi
compañero Endika me ayudó y cuando avanzamos, un francotirador le metió un
balazo entre los ojos cayendo hacia atrás. Seguí avanzando. Alcancé al soldado
Oier. Corríamos juntos cuando cayó un obús y no catapultó hacia la izquierda.
Esta vez me levanté rápido aunque me silbaban los oidos. Busqué a Oier pero el
obús lo había derrumbado. Flotaba cara arriba. Adelante, siempre adelante. Tomé
aire tras un erizo. Compatriotas míos caían por todos lados. Continuos disparos
repiqueteaban sobre mi parapeto. Eché un vistazo. Otro de mis compañeros,
Koldo, me hizo un gesto con la mano y esta reventó tras un disparo. Koldó aulló
de dolor y se asomó. Una ametralladora lo partió por la mitad. Salí
semiagachado siempre hacia adelante. Detrás no había nada así solo adelante. El
cabo Asier salió al verme pero pisó una mina y su pierna cayó a varios metros
de su cuerpo. Gritaba pidiendo médico. El de mi unidad, sargento Víctor se
acercó y rápidamente le puso una inyección de morfina. Pero un nido de
ametralladoras de un bunker cercano puso
su punto de mira sobre mis compañeros escupiendo decenas de balas que acabaron con
ellos y con tres soldados más que corría por aquel lado. Quería correr más
rápido pero mis piernas eran de plomo sobre la arena. Llegaron más lanchas. Me
tiré al suelo tras un poste. Miré hacia atrás. Mas caídos y mas lanchas. De una
de ellas salieron tanques y el bunker se ocupó de ellos. El primero logró
esquivar pero el segundo recibió un proyectil de lleno. El tercero no se lo
pensó y disparó sobre el bunker haciéndolo añicos. Del primer tanque se asomó
el oficial. Pensé que era un suicida pero vi que observaba y dirigía el tanque
hasta que se metió por el boccage. Me levanté y corrí tras la senda que había
dejado. Me dejé caer en un hoyo donde estaban mis compañeros Izotz e Iker junto
a dos que no conocía. Iker oteaba mientras los demás se encogía en un vano
intento de ofrecer menos blanco. No podíamos quedarnos ahí.
-Fuera!!!!, fuera!!!, fuera!!!.
Nos arrastramos y volvimos a correr. Un
francotirador acabó con Izotz y al poco un proyectil del 88 nos explotó detrás
enviándonos al suelo. Uno de los desconocidos cayó encima mío, muerto. Estaba
boca arriba, mirando el cielo, mareado, no podía oir nada y me dolía todo el
cuerpo. Solo quería dormir. Poco a poco espabilé. Sacudí la cabeza y me apoyé
sobre el codo. A mi lado, Iker respiraba con dificultad pero respiraba. No como
el otro desconocido, que estaba sin cabeza. Las balas seguían silbando a
nuestro alrededor y también sufríamos fuego de mortero. Estábamos muy
expuestos.
- Vas a quedarte ahí tumbado para que te maten?? o
te vas a levantar y hacer algo para arreglarlo??
Le guiñé un ojo y salimos como alma que lleva el
diablo. Por detrás llegaron Jon e Iñigo. Los cuatro corrimos hacia un talud y
nos tiramos. Iñigo reptó para ver y salió catapultado hacia atrás con un
disparo en el cuello. No volvió a levantarse. Me arriesgué y me asomé rápido. A
poco mas de cien metros había unas alambradas con lo que había que esperar a
los zapadores. De repente, el fuego desde un acorazado nos sobrevoló y nos
protegimos de las explosiones. Volví a asomarme y pude ver que el fuego había
sido efectivo. Fuimos hacia allá y alcanzamos la alambrada. Jon llevaba
torpedos banagalore. Los metimos bajo la alambrada y los hicimos detonar,
destrozando la alambrada. Pasamos raudos. Jon se enganchó con el alambre y se
giró para soltarse. Apareció un alemán y lo fusiló llenándole el cuerpo de
plomo. Iker y yo disparamos nuestras Thompson a la vez y lo matamos. No
podíamos detenernos. Saltamos sobre el cadáver y llegamos a los pies de un
risco. Tocaba escalar. Oímos voces. Tras nuestros pasos estaban Unai, Ariz y
Alex junto a tres desconocidos. Eramos nueve. Nos agachamos. Y empezamos a
subir todos menos Aritz que se quedó cubriendo la subida. El mucho peso que
acarreábamos nos dificultaba la ascensión. Encima del risco tenía que haber una
casamata porque se oían detonaciones de cañón. Al fin llegamos y arrastrándonos
nos pusimos a resguardo, justo debajo del cañón. Uno de los desconocidos e Iker
sacaron sus granadas y dieron un paso atrás para lanzarlas. Lo hicieron pero un
francotirador acabó con el desconocido. Las granadas reventaron el interior del
cañón. Pero todavía quedaba el francotirador. Me asomé y me quité. Disparó
tarde y yo le había visto. Con un gesto le indiqué a Jon donde estaba. Salí
disparando a discreción y Alex detrás con su M1 Garand. Bastaron tres disparos
para acabar con él. Pero desde un nido cercano volaron cuatro granadas. Me tiré
hacia adelante y Alex hacía atrás. Error. Las granadas explotaron a su lado y
mataron a Alex y a otro de los desconocidos. Repté buscando protección. Cayó
una granada. Rápidamente la cogí y con una fuerte lanzamiento de mi diestra lo
lancé con una parábola por encima del muro del nido. Antes de que explotara,
dos alemanes salieron corriendo pero surgió Iker y los ametralló. Las granas explotaron
y no dieron vía libre para avanzar. Saltamos a una trinchera y avanzamos listos
para disparar. Doblamos una esquina y de frente,de rodillas un alemán con un panzerfaust que ni se lo pensó.
- Al suelo!!!!!- Grité mientras arrastraba a mis compañeros.
El proyectil explotó salpicándonos de arena y
mampostería. Nadie herido. Aritz salió por encima de la trinchera. Yo me tiré a
la esquina y asomé la Thompson disparando a diestro y siniestro. Asomé un ojo
para ver como Aritz llenaba de granadas el parapeto. Hasta cinco conté. Tras
esa explosión nadie quedó vivo. Hice una seña y avanzamos. Aritz saltó dentro
pero le alcanzaron por detrás y se desplomó. Tuvimos que dejarle para entrar en
el bunker. Salieron tres alemanes disparando. Iker y yo respondimos. Lanzamos
una granada y entramos disparando adonde estaban los alemanes. Pero detrás
nuestro había una ametralladora protegida por un muro asomando por una ventana.
Nos masacró. Mató al otro desconocido, a Unai le reventó el pecho cuando se
giraba e hirió a Iker en la pierna y a mi en el hombro. Me protegí tras una
esquina pero Iker no pudo. Un alemán salió de una puerta lateral y lo remató.
Se acercó a mi pero apareció Gaizka con un lanzallamas. Abrasó al alemán y
dirigió el fuego hacia la ametralladora quemando todo lo que había detrás. Me
ayudó a levantarme.
- Se encuentra bien.
-Perfecto, vamos!!.
Entramos en la habitación donde estaba la
ametralladora acompañada de tres alemanes muertos. Continuamos. Pasamos varias
salas vacía y llegamos a una escalera de mano.
- Arriba tienen que estar los cañones. Subo yo
primero-Le dije
Subí cautelosamente y llegué a un pequeño cuarto.
Desde ahí el estruendo de los disparos era ensordecedor. Subió Asier. eché un
vistazo. Cinco alemanes manejando dos Flak del 88. Le hice un gesto a Gaizka y
entramos, él con el lanzallamas y yo con la Thompson.
- Achtung!!!, achtung!!!!!
Uno de ellos fue rápido y disparó su Luger con tan
buena puntería que acertó en el tanque de Gaizka. La explosión lo envolvió en
llamas, gritó, corrió y agarró a dos alemanes tirándose con ellos por encima
del parapeto. Los otros tres no pudieron esquivar ni el lanzallamas, ni mis
ráfagas. Entonces....
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