cuando me disponía a disparar
vi que eran Aitite y Eritz. Los oídos me pitaban, el corazón me golpeaba el pecho con violencia y
jadeaba por el esfuerzo. Me apoyé en el
hombro de Eritz para recuperar el aliento. Dimos vuelta al camión con
tranquilidad ya que no se escuchaban ni disparos ni gritos. Habíamos acabado
con todos los alemanes pero estábamos en cuadro. Zubikarai, Prieto, Vela e
Iturraspe estaban muertos, Iker estaba con heridas en cara y pecho atendido por
Valverde. Ronaldo y Mesi estaban sentados uno junto a otro pasándose una petaca
alemana. Xabi estaba recostado sobre unos sacos de arena con la pierna sujeta
por un torniquete que DelaBella le estaba aplicando. Así, a pocos podíamos
rescatar. Conseguimos ponernos en contacto con puesto de comandancia que nos
comentó que una unidad del ejército se dirigía hacia Villiers a limpiar la zona
de resistencia. Nos pasó su situación y hacia allí nos dirigimos. Me presenté
ante el comandante que dirigía la unidad, el capitán Torres. Tras mirarme de
arriba abajo me preguntó con cara de sorpresa.
-Ustedes son los que han ido
dejando un reguero de alemán de cadáveres y vehículos destrozados por el
camino??
- Cierto cierto
- Fuimos recogiendo a sus
heridos y a los prisioneros. Lo que han hecho es increíble.
Tras dejar a heridos y muertos camino del hospital de
campaña nos incorporamos a la unidad. A mí me dolía el hombro pero no podíamos
volver sin terminar la misión. Llegamos a las afueras de Villiers. El
comandante miró con los prismáticos y me los paso a ver qué opinaba. En el
centro del pueblo los paracaidistas de Eritz se habían hecho fuertes en la
iglesia y alrededores. Los alemanes los tenían rodeados. En cuanto nos
moviéramos nos iban a ver. Sugerí que me infiltrara por la parte este con un
pequeño grupo. Así cuando atacara el grueso de la tropa tendríamos un puesto
avanzado . Asintió. Cogí a Eritz, Aitite, Valverde, Mesi y Ronaldo. El capitán
me asignó a dos más, Balentziaga y Castro. Cogimos armas y salimos en silencio
por el bosque circundante. Llegamos al pueblo. No había nadie. Solo ruinas y
objetos por el suelo. Nos desplegamos. Yo iba en la punta. Miraba sobre todo
hacia arriba, por los francotiradores. Había casas derruidas, cascotes por
todos lados y unos riachuelos de agua de alguna tubería rota. Seguí avanzando.
De pronto oí voces. Estaban en una plaza un poco más adelante. Me pegué la
pared e indiqué que hicieran lo mismo. Poco a poco me acerqué a la esquina.
Atisbé con cuidado. Tres alemanes. Plácidos y relajados estaban tomando algo en
tazas sentados en el pretil de una fuente que estaba en el centro de la plaza.
Podía ser un problema. Destaqué a Aitite y Eritz para que buscaran otro camino.
Miré hacia arriba. Las ventanas estaban desgajadas pero podía haber alguien que
nos viera. Por el camino de la derecha hacia la fuente se oyó una tonadilla y
salieron dos alemanes riendo. Me pegué más la pared. Si giraban a la izquierda
nos verían. Desabroché el botón de mi funda porque amartillar la Thompson podía
hacer ruido. Un alemán dijo algo gracioso y el otro se desternilló de risa
golpeándose los muslos. Se quitó las lágrimas, levantó la vista y nos vio. Su
cara troncó en sorpresa cuando reparó quiénes éramos. Se acabó la sutileza.
Desenfundé con rapidez y alargué mi brazo disparando sin cesar. Los dos que
venían paseando recibieron toda la descarga. Balentziaga salió detrás mío para
disparar los de la fuente pero de una de las ventanas bajas de la izquierda
tronó una MP44 y Balentziaga se desplomó con balas en la espalda. Me guarecí.
Mesi y Ronaldo rodearon la casa. Desde otra de las casas asomó el Lee de Aitite
y disparó dos veces. Acabó con uno de la fuente pero el otro consiguió echarse
al suelo y esquivar la bala. No contaba con Eritz que lanzó una granada con una
suave parábola por encima de la fuente. El alemán nunca supo que le había
explotado encima de su cabeza. En una de las casas se oyeron disparos. Un
alemán saltó del segundo piso mientras disparaba. Castro miró hacia arriba y le
destrozaron la cara y el cuello. Me giré en cuclillas hurtando el cuerpo de la
ráfaga y cuando impactó contra el suelo le metí un balazo entre los ojos. De
las calles de la izquierda llegaron otros disparos. Ahora sí, amartillé mi
metralleta y guardé el colt. Me dirigí a grandes pasos cuando irrumpieron
Ronaldo y Mesi doblando la esquina seguidos por una ensalada de tiros. Me
refugié detrás de la fuente. Me asomé. Varios alemanes llegaban por la calle.
Uno de ellos intentó tirar una granada pero saqué la Thompson y disparé. Le di
en las rodillas y en los pies y la granada se le resbaló de las manos. Eso paró
el ímpetu de los demás que se cubrieron como buenamente pudieron. Tras las
explosión, Ronaldo y Mesi actuaron a duo y dispararon sobre el tumulto.
Lamentos y alaridos. Uno de ellos trató de saltar dentro de una casa por una
ventana pero es el Lee Enfield el que lo evitó con un disparo en el cuello.
Pero venían mas. Valverde disparó con
precisión. Dio a uno en el hombro y a otro en la cara. Se asomó uno y le dio en
el pecho pero no murió. Levantó su Luger y disparó dos veces y Valverde cayó
con dos balas en el estómago. De nuevo
son Mesi y Ronaldo quien disparan. Ahora llegaban más cuidadosos. Por el rabillo del ojo vi que Eritz trataba
de flanquear la posición a través de las casas. Disparé mas por cubrirle que
por otra cosa. Me tumbé y saqué un ojo por el lateral de la fuente. Otro con
granada. Este si la pudo lanzar. Me moví apoyado en el hombro sano y disparé a
la granada. Acerté de lleno y explotó en el aire. Nuevos disparos me hicieron
recular tras el pretil. Solo esperaba que nadie llegara por detrás mío. Ronaldo
y Mesi se cubrieron con una pared , único resto en pie de una casa destrozada.
Estábamos desperdigados. Me asomé y disparé como una exhalación cazando a dos contra la pared cuando intentaban acceder
al otro lado de la plaza. Por encima mio voló una bala de Aitite y alemán que
cae herido en el pecho. De arriba llegaban gritos y de la casa, que estaba
encima de la posición alemana uno de ellos salió volando. Desde donde yo estaba
se oyó el tronchar de su cuello al golpear el suelo. A mi derecha apareció
Aitite, corriendo semiagachado y buscando posición de tiro. Desde arriba tronó
la carabina de Eritz y otro alemán que salió por la ventana con balas en el
cuerpo. Por el lado alemán parecía que había más efectivos. Atisbé al escuchar
ruido de motor. Una motocicleta con una MG42 a remolque. Le dieron la vuelta y
empezó a escupir balas. Me había olvidado de Valverde que pensaba que estaba
muerto pero estaba arrastrándose cuando la MG42 le partió por la mitad con una
fuerte rociada de balas. Se asomó Eritz y disparó pero tuvo que resguardarse
porque tiraron granadas. Explotaron pero no me dio tiempo a pensar en él
porque, protegidos por laMG42, se acercaron enemigos. Estaba muy expuesto.
Saqué la Thompson sin mirar y disparé. Miré hacia atrás buscando refugio.
Aitite me tocó el hombro y me señaló una casa con puerta destrozada. Durante
unos metros tendríamos protección por la
fuente. Cogimos y tiramos dos granadas cada uno y en el momento en que volaban
salimos como Flash, que tanto me gusta
leer en mi tierra natal. La MG42 abrió fuego. Mesi y Ronaldo se asomaron desde
su esquina y dispararon al grupo de alemanes. Aitite se giró, apoyó rodilla en
tierra y disparó un tiro, recargó y disparó otro que fue a alojarse en la
cabeza del operador de la ametralladora. Eso nos sirvió para llegar a la casa.
Nada más llegar me revolví y utilicé mi Thompson. Ahora tenía yo posición ventajosa. Desde mi posición vi
alemanes que trataban de rodear a Mesi y Ronaldo. Disparé por encima de ellos y
cuando me miraron les indiqué con los cuatro dedos que vigilaran la calle de
atrás. Rápidamente se movieron hacia el
peligro. Saltaron a la calle y a duo dispararon. El primero se llevó ráfagas de
los dos, el segundo, recibió en la cabeza de Mesi, el tercero, de Ronaldo y el
último intentó meterse en una casa anexa pero Ronaldo pudo cazarle antes y
rematarlo después. Eritz seguía arriba. Se oía batalla. Eritz salió al
tejado y de repente saltó de un lado a otro de la calle. Tras
rodar se levantó empuñando su carabina y disparó a los alemanes que habían
subido tras de él. El primero que osó asomarse recibió en la frente y el
segundo en los ojos. Después, Eritz se metió en la casa para bajar. Aitite se
colocó en una ventana y abrió fuego de nuevo. Mesi metió un cargador en la
Thompson y habló con Ronaldo. Este cogió una granada en cada mano y asintió.
Echaron a correr paralelos a la pared de la calle donde estaba la MG42. Pasaron
delante de ella, Mesi disparando y Ronaldo echó las granadas cruzando a la otra
esquina. Pero Mesi recibió un disparo en la pierna, trastabilló y mordió el
polvo. Ronaldo llegó detrás, lo recogió y lo apartó de la línea de fuego. Las
dos granadas explotaron y destrozaron la ametralladora. Pero seguían viniendo
más e íbamos a quedar rodeados. Ronaldo cogió por los hombros a Mesi para
tratar de llegar a mi posición. Miré al lugar donde estaban los boches. Dos
panzerfaust. Ahora sí. que estamos jodidos. Se arrodillaron. Grité a Aittie que
saliera de la casa donde era un blanco fácil. Salí corriendo, disparando y
gritando en el mismo momento en que ambos disparaban sobre la casa. Los
proyectiles me rozaron y explotaron tras de mí. La onda expansivo me levantó
como si fuera un muñeco de trapo y me arrojó al suelo. Levanté la cara. Lo veía
todo borroso. Como a cámara lenta. Aitite me arrastró. Eriz salió no sé de dónde
y lo ayudó. Caras que me gritaban. Otras explosiones cerca nuestro. Me
apremiaban para que me moviera. Yo solo quería dormir. La cabeza me daba
vueltas. Gritos desde el otro lado de la calle. Ronaldo y Mesi disparaban sin
cesar indicándonos con gestos que nos fuéramos.. Que nos largáramos. Yo solo
quería descansar. Mas gestos. Moveos decían. Moveos. Si, si moveos. Dame un
apoyo y que se mueva tu puta madre. Consiguieron llevarme fuera de la línea de
tiro. No podía ni moverme. Detrás de Mesi y Ronaldo aparecieron tres alemanes.
Aitite acertó a uno de ellos pero el primero que había aparecido descargó su
MP44 sobre mis compañeros. Mesi giró y respondió al fuego. Mató a dos pero fue
herido en el abdomen. Ronaldo sangraba del cuello profusamente. Una granada desde la posición alemana. Ronaldo
intentó escapar y le explotó en la espalda. Se levantó malherido. Un brazo
colgando inerte. Aún fue capaz de descargar toda la munición de su Thompson
sobre los que se acercaban. Uno en el pecho, dos en la cara pero el tercero le
acierta en la rodilla y cuando la dobla dos disparos en la cabeza de Ronaldo lo
fulminan. A Mesi la metralla le alcanzó en la cabeza. Desde el suelo disparó
acompañando a Ronaldo. Venga a Ronaldo matando a su ejecutor pero no percibe lo
que tiene detrás. Otros alemanes les han rodeado y varios dispararon sobre Mesi
que se agitó bajo las balas, intentó responder pero le fallaron las fuerzas y
murió. A pesar de que Aitite logró cazar a tres alemanes son demasiados. La
carabina de Eritz no dejó de funcionar. Se oyen mas disparos y explosiones
desde otras calles. Los alemanes se dieron la vuelta y dispararon pero pronto
dejaron de hacerlos, tiraron las armas y se rindieron. De las calles adyacentes
pude distinguir uniformes del ejército y de los paracaidistas americanos. La
misión ha sido un éxito. Eritz se saludó con varios y señaló a unos camilleros
mi posición. Se acercaron con una camilla y me llevaron a un vehículo médico. Tenía
un boquete en la cintura, a la altura de la cadera y el muslo desgarrado.
Intenté acomodarme y sufrí un pinchazo de dolor en el hombro herido en el
asalto a la caseta de madera. Seguía sordo por la explosión pero vivo. Vi a
Eritz despedirme con la mano y cerrar la portezuela.Lo último que pensé
mientras me metían en la ambulancia y me dormía fue:
- Menos mal, por lo menos los
alemanes han variado y esta vez no ha sido el jodido hombro.
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