viernes, 6 de febrero de 2015

EL DESEMBARCO DE NORMANDÍA CON LA INFANTERÍA VIII

cuando me disponía a disparar vi que eran Aitite y Eritz. Los oídos me pitaban, el corazón  me golpeaba el pecho con violencia y jadeaba  por el esfuerzo. Me apoyé en el hombro de Eritz para recuperar el aliento. Dimos vuelta al camión con tranquilidad ya que no se escuchaban ni disparos ni gritos. Habíamos acabado con todos los alemanes pero estábamos en cuadro. Zubikarai, Prieto, Vela e Iturraspe estaban muertos, Iker estaba con heridas en cara y pecho atendido por Valverde. Ronaldo y Mesi estaban sentados uno junto a otro pasándose una petaca alemana. Xabi estaba recostado sobre unos sacos de arena con la pierna sujeta por un torniquete que DelaBella le estaba aplicando. Así, a pocos podíamos rescatar. Conseguimos ponernos en contacto con puesto de comandancia que nos comentó que una unidad del ejército se dirigía hacia Villiers a limpiar la zona de resistencia. Nos pasó su situación y hacia allí nos dirigimos. Me presenté ante el comandante que dirigía la unidad, el capitán Torres. Tras mirarme de arriba abajo me preguntó con cara de sorpresa.
-Ustedes son los que han ido dejando un reguero de alemán de cadáveres y vehículos destrozados por el camino??
- Cierto cierto
- Fuimos recogiendo a sus heridos y a los prisioneros. Lo que han hecho es increíble.
Tras dejar  a heridos y muertos camino del hospital de campaña nos incorporamos a la unidad. A mí me dolía el hombro pero no podíamos volver sin terminar la misión. Llegamos a las afueras de Villiers. El comandante miró con los prismáticos y me los paso a ver qué opinaba. En el centro del pueblo los paracaidistas de Eritz se habían hecho fuertes en la iglesia y alrededores. Los alemanes los tenían rodeados. En cuanto nos moviéramos nos iban a ver. Sugerí que me infiltrara por la parte este con un pequeño grupo. Así cuando atacara el grueso de la tropa tendríamos un puesto avanzado . Asintió. Cogí a Eritz, Aitite, Valverde, Mesi y Ronaldo. El capitán me asignó a dos más, Balentziaga y Castro. Cogimos armas y salimos en silencio por el bosque circundante. Llegamos al pueblo. No había nadie. Solo ruinas y objetos por el suelo. Nos desplegamos. Yo iba en la punta. Miraba sobre todo hacia arriba, por los francotiradores. Había casas derruidas, cascotes por todos lados y unos riachuelos de agua de alguna tubería rota. Seguí avanzando. De pronto oí voces. Estaban en una plaza un poco más adelante. Me pegué la pared e indiqué que hicieran lo mismo. Poco a poco me acerqué a la esquina. Atisbé con cuidado. Tres alemanes. Plácidos y relajados estaban tomando algo en tazas sentados en el pretil de una fuente que estaba en el centro de la plaza. Podía ser un problema. Destaqué a Aitite y Eritz para que buscaran otro camino. Miré hacia arriba. Las ventanas estaban desgajadas pero podía haber alguien que nos viera. Por el camino de la derecha hacia la fuente se oyó una tonadilla y salieron dos alemanes riendo. Me pegué más la pared. Si giraban a la izquierda nos verían. Desabroché el botón de mi funda porque amartillar la Thompson podía hacer ruido. Un alemán dijo algo gracioso y el otro se desternilló de risa golpeándose los muslos. Se quitó las lágrimas, levantó la vista y nos vio. Su cara troncó en sorpresa cuando reparó quiénes éramos. Se acabó la sutileza. Desenfundé con rapidez y alargué mi brazo disparando sin cesar. Los dos que venían paseando recibieron toda la descarga. Balentziaga salió detrás mío para disparar los de la fuente pero de una de las ventanas bajas de la izquierda tronó una MP44 y Balentziaga se desplomó con balas en la espalda. Me guarecí. Mesi y Ronaldo rodearon la casa. Desde otra de las casas asomó el Lee de Aitite y disparó dos veces. Acabó con uno de la fuente pero el otro consiguió echarse al suelo y esquivar la bala. No contaba con Eritz que lanzó una granada con una suave parábola por encima de la fuente. El alemán nunca supo que le había explotado encima de su cabeza. En una de las casas se oyeron disparos. Un alemán saltó del segundo piso mientras disparaba. Castro miró hacia arriba y le destrozaron la cara y el cuello. Me giré en cuclillas hurtando el cuerpo de la ráfaga y cuando impactó contra el suelo le metí un balazo entre los ojos. De las calles de la izquierda llegaron otros disparos. Ahora sí, amartillé mi metralleta y guardé el colt. Me dirigí a grandes pasos cuando irrumpieron Ronaldo y Mesi doblando la esquina seguidos por una ensalada de tiros. Me refugié detrás de la fuente. Me asomé. Varios alemanes llegaban por la calle. Uno de ellos intentó tirar una granada pero saqué la Thompson y disparé. Le di en las rodillas y en los pies y la granada se le resbaló de las manos. Eso paró el ímpetu de los demás que se cubrieron como buenamente pudieron. Tras las explosión, Ronaldo y Mesi actuaron a duo y dispararon sobre el tumulto. Lamentos y alaridos. Uno de ellos trató de saltar dentro de una casa por una ventana pero es el Lee Enfield el que lo evitó con un disparo en el cuello. Pero venían  mas. Valverde disparó con precisión. Dio a uno en el hombro y a otro en la cara. Se asomó uno y le dio en el pecho pero no murió. Levantó su Luger y disparó dos veces y Valverde cayó con dos balas en el estómago.  De nuevo son Mesi y Ronaldo quien disparan. Ahora llegaban más cuidadosos.  Por el rabillo del ojo vi que Eritz trataba de flanquear la posición a través de las casas. Disparé mas por cubrirle que por otra cosa. Me tumbé y saqué un ojo por el lateral de la fuente. Otro con granada. Este si la pudo lanzar. Me moví apoyado en el hombro sano y disparé a la granada. Acerté de lleno y explotó en el aire. Nuevos disparos me hicieron recular tras el pretil. Solo esperaba que nadie llegara por detrás mío. Ronaldo y Mesi se cubrieron con una pared , único resto en pie de una casa destrozada. Estábamos desperdigados. Me asomé y disparé como una exhalación cazando a  dos contra la pared cuando intentaban acceder al otro lado de la plaza. Por encima mio voló una bala de Aitite y alemán que cae herido en el pecho. De arriba llegaban gritos y de la casa, que estaba encima de la posición alemana uno de ellos salió volando. Desde donde yo estaba se oyó el tronchar de su cuello al golpear el suelo. A mi derecha apareció Aitite, corriendo semiagachado y buscando posición de tiro. Desde arriba tronó la carabina de Eritz y otro alemán que salió por la ventana con balas en el cuerpo. Por el lado alemán parecía que había más efectivos. Atisbé al escuchar ruido de motor. Una motocicleta con una MG42 a remolque. Le dieron la vuelta y empezó a escupir balas. Me había olvidado de Valverde que pensaba que estaba muerto pero estaba arrastrándose cuando la MG42 le partió por la mitad con una fuerte rociada de balas. Se asomó Eritz y disparó pero tuvo que resguardarse porque tiraron granadas. Explotaron pero no me dio tiempo a pensar en él porque, protegidos por laMG42, se acercaron enemigos. Estaba muy expuesto. Saqué la Thompson sin mirar y disparé. Miré hacia atrás buscando refugio. Aitite me tocó el hombro y me señaló una casa con puerta destrozada. Durante unos metros tendríamos protección por  la fuente. Cogimos y tiramos dos granadas cada uno y en el momento en que volaban salimos  como Flash, que tanto me gusta leer en mi tierra natal. La MG42 abrió fuego. Mesi y Ronaldo se asomaron desde su esquina y dispararon al grupo de alemanes. Aitite se giró, apoyó rodilla en tierra y disparó un tiro, recargó y disparó otro que fue a alojarse en la cabeza del operador de la ametralladora. Eso nos sirvió para llegar a la casa. Nada más llegar me revolví y utilicé mi Thompson. Ahora tenía yo  posición ventajosa. Desde mi posición vi alemanes que trataban de rodear a Mesi y Ronaldo. Disparé por encima de ellos y cuando me miraron les indiqué con los cuatro dedos que vigilaran la calle de atrás. Rápidamente se movieron  hacia el peligro. Saltaron a la calle y a duo dispararon. El primero se llevó ráfagas de los dos, el segundo, recibió en la cabeza de Mesi, el tercero, de Ronaldo y el último intentó meterse en una casa anexa pero Ronaldo pudo cazarle antes y rematarlo después. Eritz seguía arriba. Se oía batalla. Eritz salió al tejado  y de repente  saltó de un lado a otro de la calle. Tras rodar se levantó empuñando su carabina y disparó a los alemanes que habían subido tras de él. El primero que osó asomarse recibió en la frente y el segundo en los ojos. Después, Eritz se metió en la casa para bajar. Aitite se colocó en una ventana y abrió fuego de nuevo. Mesi metió un cargador en la Thompson y habló con Ronaldo. Este cogió una granada en cada mano y asintió. Echaron a correr paralelos a la pared de la calle donde estaba la MG42. Pasaron delante de ella, Mesi disparando y Ronaldo echó las granadas cruzando a la otra esquina. Pero Mesi recibió un disparo en la pierna, trastabilló y mordió el polvo. Ronaldo llegó detrás, lo recogió y lo apartó de la línea de fuego. Las dos granadas explotaron y destrozaron la ametralladora. Pero seguían viniendo más e íbamos a quedar rodeados. Ronaldo cogió por los hombros a Mesi para tratar de llegar a mi posición. Miré al lugar donde estaban los boches. Dos panzerfaust. Ahora sí. que estamos jodidos. Se arrodillaron. Grité a Aittie que saliera de la casa donde era un blanco fácil. Salí corriendo, disparando y gritando en el mismo momento en que ambos disparaban sobre la casa. Los proyectiles me rozaron y explotaron tras de mí. La onda expansivo me levantó como si fuera un muñeco de trapo y me arrojó al suelo. Levanté la cara. Lo veía todo borroso. Como a cámara lenta. Aitite me arrastró. Eriz salió no sé de dónde y lo ayudó. Caras que me gritaban. Otras explosiones cerca nuestro. Me apremiaban para que me moviera. Yo solo quería dormir. La cabeza me daba vueltas. Gritos desde el otro lado de la calle. Ronaldo y Mesi disparaban sin cesar indicándonos con gestos que nos fuéramos.. Que nos largáramos. Yo solo quería descansar. Mas gestos. Moveos decían. Moveos. Si, si moveos. Dame un apoyo y que se mueva tu puta madre. Consiguieron llevarme fuera de la línea de tiro. No podía ni moverme. Detrás de Mesi y Ronaldo aparecieron tres alemanes. Aitite acertó a uno de ellos pero el primero que había aparecido descargó su MP44 sobre mis compañeros. Mesi giró y respondió al fuego. Mató a dos pero fue herido en el abdomen. Ronaldo sangraba del cuello profusamente.  Una granada desde la posición alemana. Ronaldo intentó escapar y le explotó en la espalda. Se levantó malherido. Un brazo colgando inerte. Aún fue capaz de descargar toda la munición de su Thompson sobre los que se acercaban. Uno en el pecho, dos en la cara pero el tercero le acierta en la rodilla y cuando la dobla dos disparos en la cabeza de Ronaldo lo fulminan. A Mesi la metralla le alcanzó en la cabeza. Desde el suelo disparó acompañando a Ronaldo. Venga a Ronaldo matando a su ejecutor pero no percibe lo que tiene detrás. Otros alemanes les han rodeado y varios dispararon sobre Mesi que se agitó bajo las balas, intentó responder pero le fallaron las fuerzas y murió. A pesar de que Aitite logró cazar a tres alemanes son demasiados. La carabina de Eritz no dejó de funcionar. Se oyen mas disparos y explosiones desde otras calles. Los alemanes se dieron la vuelta y dispararon pero pronto dejaron de hacerlos, tiraron las armas y se rindieron. De las calles adyacentes pude distinguir uniformes del ejército y de los paracaidistas americanos. La misión ha sido un éxito. Eritz se saludó con varios y señaló a unos camilleros mi posición. Se acercaron con una camilla y me llevaron a un vehículo médico. Tenía un boquete en la cintura, a la altura de la cadera y el muslo desgarrado. Intenté acomodarme y sufrí un pinchazo de dolor en el hombro herido en el asalto a la caseta de madera. Seguía sordo por la explosión pero vivo. Vi a Eritz despedirme con la mano y cerrar la portezuela.Lo último que pensé mientras me metían en la ambulancia y me dormía fue:

- Menos mal, por lo menos los alemanes han variado y esta vez no ha sido el jodido hombro. 

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